Esta herramienta hace parte de nuestro diario vivir; consiguiendo efectos tan reales como cualquier otra práctica social, recoleccionando datos e interactuando, y como práctica social nos conlleva a que diferentes culturas usen esta herramienta más como comunicación, que como optimización, en mi sentido de verlo como -una herramienta capaz de transmitir mensajes y prácticas culturales, mas no innovando y creando una nueva forma de transmitir el mensaje- entonces, los usuarios tienen relaciones sobre máquinas virtuales. La tecnología y los estudios culturales no comparten un mismo nivel crítico e innovador -ese pensamiento crítico inherente a la tecnología en la solución de una cultura- y es que para Stuart Hall “Las relaciones sociales existen. Hemos nacido en ellas. Tales relaciones existen independientemente de nuestra voluntad, son reales en su estructura y tendencia” (Stuart Hall ,1985). Si la realidad está constituida discursivamente y argumenta, el discurso se toma como un hecho social más, de los que están constituidos por los sujetos que comparten, debaten y educan.
Si, Colombia aparte de estar usando mal esta herramienta las grande compañías aprovechando de -ello y aquello-, tal vez tantos datos nos condujo a hacer -el perezoso inteligente- pero no solo llegamos a creer en los algoritmos y sus pasos inmediatos para dar respuestas del comercio, llegamos a esta era, los datos se están incrementando, ya no son ni gigabytes, ni megabytes, estamos en la era de los petabytes, una era de almacenamiento continuo en la nube, donde masivamente se sube información de usuarios diariamente, una era en que el -Big Data- se ha convertido en una herramienta más para hacer etnografía; la tecnología en la sociedad colombiana está avanzando de tal punto, que no tiene una meta trazada -ella solo avanza en vanguardia hacia a una actualización más- y si tiene alguna meta, le hace falta componentes en su divulgacion, educacion y uso.
Cada vez más disciplinas distintas están haciendo etnografía o dicen hacer la, los antropólogos un poco disgustados de que están haciendo una mala práctica, ya que sus modelos radicales, se basan en la experiencia en el campo, del objeto de investigación, Bronislaw Malinowski claramente nos ilustra -cómo debe de ser- el modelo. No obstante, la tecnología más los datos masivos, han dejado atrás el método científico, los modelos de investigación que hace años han sido la base de la ciencia. Ahora, están apuntando a que los algoritmos, los números y las matemáticas, nos expliquen el comportamiento de la sociedad.
Les pido a los investigadores que si no están haciendo una buena etnografía solo limitense a los estadísticos como George Box que hace 30 años, seguro de sus modelos, ecuaciones cosmológicas y teorías del comportamiento humano, fueron capaces de explicar de manera consistente el mundo y predicciones en las que vivimos. Aunque no pasó mucho tiempo para que Marian Bantjes nos ilustrara con la portada, “Todos los modelos están equivocados, pero algunos son útiles”, esta guía de pasos para coleccionar datos estadísticos, se llaman algoritmos, que ya cualquier empresa teniendo la gran cantidad de datos puede sacar su propio algoritmo estadístico y claro, no se necesita ahora tener un modelo científico que explique el comportamiento de una sociedad porque ya tienen -la respuesta en números y no en el contexto del como-.
Chris Anderson en 2008 escribe el artículo “El fin de la teoría: el diluvio de datos hace obsoleto el método científico” en la revista Science, dice que si “… Hace setenta años, las computadoras digitales hicieron que la información fuera legible. Hace veinte años, Internet lo hacía accesible. Hace diez años, los primeros rastreadores de motores de búsqueda lo convirtieron en una única base de datos…”, esto implica que ya no se necesita teoría social por que tenemos acceso a la base de datos en tiempo real de la sociedad, por lo tanto no es lo mismo hacer etnografía a hacer modelos estadísticos, el big data es una base de datos en el ciberespacio, pero además de eso sabemos que podemos ser parte de una comunidad virtual, para eso debes de tener una identidad virtual, por lo tanto para ser una etnografía de una comunidad -real- debes tener en cuenta si la población tiene acceso al ciberespacio, si lo tienen, aparte de la primera etnografía, se tiene que hacer la etnografía virtual dentro del ciberespacio. Las personas pueden llegar a tener un comportamiento diferente en la realidad y en lo virtual.
Ahora las compañías como Google no se conforman con modelos equivocados y están conquistando al mundo de la publicidad con nada más que matemáticas aplicada, su era es la era más medida de la historia, cuando entras al ciberespacio, sabes que ya tienes un medidor de clics, los algoritmos de los apps de las compañías tiene acceso a rastrear tu movimiento, -cookies-.